Villalobos reivindica mejorar la atención de las personas mayores y una mayor financiación para la dependencia en el III Congreso de Envejecimiento y Dependencia

FOTO CONGRESO MALAGA

Villalobos reivindica mejorar la atención de las personas mayores y una mayor financiación para la dependencia en el III Congreso de Envejecimiento y Dependencia

El presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Fernando Rodríguez Villalobos; el presidente de la Fundación Ageing Lab, Alfonso Cruz; la delegada de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía en Málaga, Ruth Sarabia García; la vicepresidenta tercera de la Diputación de Málaga y delegada del Área de Ciudadanía y Equilibrio territorial de la Delegación de Innovación Social y Despoblamiento, Antonia Ledesma Sánchez; el director comercial de Caixabank Andalucía Oriental, Gerardo Cuartero Simarro; y el concejal del Área de Derechos Sociales, Diversidad, Igualdad y Accesibilidad del Ayuntamiento de Málaga, Francisco Manuel Cantos Recalde, han inaugurado este miércoles en Málaga el “III Congreso Intersectorial sobre envejecimiento y dependencia. SOS ¿Quién y cómo nos cuidarán mañana?: una mirada ética”.

Este Congreso Internacional pretende ser vehículo de exposición de las ideas innovadoras de distintos agentes que abordan con éxito los retos del cambio demográfico, del envejecimiento de nuestra sociedad, a través de programas creativos e investigaciones innovadoras; y ofrecer un espacio de reflexión y participación a las personas mayores. Esta acción formativa se enmarca en el Plan de Formación Continua 2023, organizada por la FAMP junto al Instituto Andaluz de Administración Pública (IAAP) de la Junta de Andalucía. 

Rodríguez Villalobos ha puesto de manifiesto que España envejece ya que la población de más de 65 años ha pasado a superar a la de menos de 20 años, superando ya el 20% del censo. En este contexto, ha abundado que “es imprescindible articular un plan específico que vuelva a situar a las personas en el centro de la economía, poniendo en valor lo que puede aportar cada generación al conjunto de la sociedad y que se valore adecuadamente las tareas de cuidados y de asistencia social, así como el potencial de generación de empleo que genera”.

Además, ha resaltado el papel de ayuntamientos y diputaciones porque “son las administraciones más próximas; y siempre nos hemos volcado con nuestros mayores impulsando servicios que les aporten dignidad. Debemos continuar y ampliar el esfuerzo que venimos haciendo desde lo público para garantizar la igualdad, para evitar desigualdades sociales y que los más desfavorecidos deban asumir esas tareas de cuidado, al no poder contratar servicios privados de calidad”.

También ha reivindicado el trabajo desarrollado desde la FAMP “en defensa de una financiación suficiente que permita a los ayuntamientos mejorar la calidad de la atención en el servicio de ayuda a domicilio y las condiciones de los profesionales del sector de la dependencia para lo cual hemos venido exigiendo y continuamos pidiendo a la Junta de Andalucía que se aumente el coste hora del servicio de Ayuda a Domicilio”. 

Rodríguez Villalobos ha concluido subrayando la necesidad de fortalecer la economía de los cuidados, de crear y fortalecer alianzas entre el sector público y entidades privadas para ayudar a la atención a las personas, favorecer el empleo de calidad y la cualificación profesional, abordando un cambio de modelo y arraigando a la población al territorio.

Sarabia García ha recordado que las administraciones públicas y la iniciativa privada “deben ir juntas para tener una hoja de ruta que busque soluciones a 20 o 25 años vista para aprender de los errores”. Ha subrayado la apuesta de la Junta de Andalucía por las políticas de dependencia y, especialmente, con nuevas iniciativas, entre ellas, un proyecto piloto como el de “los cuidados domiciliarios en el que se aplica la domótica y la tecnología para que nuestros mayores pasen el mayor tiempo posible de sus vidas en sus hogares”. Al mismo tiempo, ha apostado por incentivar la sociabilidad y la red de voluntarios para combatir la soledad de los mayores en Andalucía.

Ledesma Sánchez ha expuesto las iniciativas que desde la Diputación de Málaga se realizan en materia de dependencia y cuidados de los mayores con sinergias que se comparten entre los municipios de la provincia.  En este sentido, ha citado el “escudo de impacto social” que lleva a cabo la Noria desde 2013 que calificó de “éxito” y  buenas prácticas; así como la puesta en marcha, del programa “el árbol de los deseos”, en el que más de 3.000 mayores de los municipios de menos de 20.000 habitantes narran sus experiencias vitales concluyendo que la Diputación tiene un reto: “siempre estará al frente para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores y dependientes, desde la sensibilidad y el compromiso humano y político”. 

Cantos Recalde puso de ejemplo que el Ayuntamiento de Málaga y su alcalde apuestan por el envejecimiento activo porque “nuestros mayores son como tesoros de conocimiento y talento”. Ha advertido que “todos deberíamos aprender desde el colegio a envejecer porque a todos nos llegará ese día; y eso no implica que nos quedemos en casa y quietos, sino que llenemos los días con actividades”. En este sentido, ha expuesto las iniciativas municipales con la puesta en marcha de talleres de radio, la revista Solera; así como la prevención de la soledad de las personas mayores. Una acción considerada y reconocida como buena práctica.

Por su parte, Cuartero Simarro ha recordado que hace 119 años nació La Caixa con el fin de promover el ahorro de los clientes para garantizarse una vejez digna. Ha destacado que la entidad tiene el certificado Aenor para personas mayores por su apuesta decidida en combatir la brecha digital, estar presentes en las zonas rurales y la atención personalizada y humana a los mayores: así como por la formación porque “nuestros seniors son prioritarios para nuestra entidad desde nuestros inicios y porque tenemos a 3.5 millones de clientes en Andalucía, el 37% de su población; y a ellos nos debemos”.

Finalmente, el presidente de la Fundación Ageing Lab Alfonso Cruz ha resaltado que conseguir reunir en un espacio a los agentes implicados en la empresa de que “el envejecimiento sea un reto y que sea ese reto para nosotros una forma de ver algo digno y positivo. No es un congreso al uso, no venimos a enseñar nada, venimos a aprender de las personas mayores que nos dirán qué están haciendo y cómo se quieren organizar para vivir mejor; vamos a ver tecnología, vamos a pensar en los derechos de los mayores, en la economía, en el sistema y en el modelo de envejecimiento”, ha concluido.